Las normas NCh3348 /1 e ISO 14713/1 indican en el punto 7.9 “Contacto Bimetálico”, que cuando dos metales diferentes entran en contacto directo y un electrolito como la humedad está presente, hay potencial de corrosión bimetálica con el metal más electronegativo o anódico, tal como está determinado en la serie electroquímica, corroyéndose preferentemente para impedir la corrosión del otro metal.
El nivel de corrosión bimetálica que se debe producir debe depender de una serie de factores como: los metales específicos en contacto, la proporción del área superficial de los dos metales y las condiciones de exposición.
La proporción del área superficial de los dos metales es básica e idealmente la proporción de metales de anódicos a catódicos debería ser alta. Donde la proporción se reduce, se pueden producir problemas debido al nivel mayor de reducción de oxígeno que se puede producir, lo que se traduce en una mayor corrosión del metal anódico.
Las condiciones de exposición son críticas, dado que para que se produzca la corrosión bimetálica un electrolito debe unir los dos metales presentes. Como resultado, en ambientes internos secos el potencial para la corrosión bimetálica es muy bajo, mientras que en los ambientes atmosféricos externos el potencial aumenta debido a la presencia de agua en la forma de lluvia y condensación. Sin embargo, las peores condiciones de exposición son aquellas de inmersión en una solución donde un electrolito está uniendo permanentemente dos metales.
Generalmente el acero galvanizado en caliente tiene un buen rendimiento en contacto con los metales de ingeniería más comunes cuando está en un ambiente atmosférico como se ilustra en Tabla 4 de la norma NCh3348/1, siempre que la proporción del acero galvanizado en caliente respecto de otro metal sea alto. Por otro lado, en condiciones de inmersión, el efecto de la corrosión bimetálica es significativamente mayor y puede que se suela requerir cierta forma de aislamiento.
La tabla 3 de la norma NCh3348/1 muestra aceros al carbono y de baja aleación entre el aluminio y el hierro fundido, por lo que, en exposición de un acero galvanizado junto a acero al carbono en un ambiente marino, en el peor de los casos, podría indicarse una condición C “El recubrimiento de zinc puede sufrir una corrosión adicional bastante grave y suelen ser necesarias medidas de protección”.
Las medidas de protección a las que se refiere la norma NCh3348/1 tienen como objetivo aislar eléctricamente ambos metales o aislar el par galvánico del electrolito aplicando un sistema de pinturas.
Para mayor información contacta a nuestro especialista Christian Sánchez Villa, Ingeniero Civil en Metalurgia, Candidato a Doctor en Ciencia e Ingeniería de Materiales y Especialista Técnico de BBOSCH S.A [email protected]